LITERATURA.

Dentro de la literatura que se desarrollo dentro de este periodo sexenal, aparecio uno de los mejores escritores mexicanos llamado Jose Revueltas.

José Revueltas Sánchez.

escritor aborigen del estado de Durango papasiquiaro.

nace el dia 20 de noviembre de 1915.

Dicho personaje fue un escritor único de entre muchos que tuvo México puesto que, todas las historias que plasmo durante su vida estuvieron basados en hechos vividos en carne propia.

Las obras mas famosas de Revueltas fueron:

*muros de agua (1941)

*El luto Humano (1943)

*Los dias terrenales (1949)

Jose, despues de una vida dificil llena de trabas y a la ves de inspiracion y hermosura, fallece el dia 14 de abril de 1967 en la Ciudad de México.

a continuacion, les presento una breve reseña de una obra de revueltas, lo ago con el fin de que, al igual que yo, conoscan lo maravilloso de las obras de este autor.

El luto humano.

El luto humano es una obra selecta que narra ciertos acontesimientos que van desde los ultimos momentos de la revolucion hasta los años treinta, en ella, Revueltas espresan con gran delicadeza el hecho de muchas muertes a causa de la revolucion, y de la guerra cristera, sin embargo, algo muy curioso de esta obra es que se desencadena por la muerte de una pequeña, hoja de campesinos que se vieron afectados por el acontesimiento de 1929 (guerra cristera) motivo por el cual, a raiz de conseguir un cura para que se le diese la ultima bendicion a la niña, los campesinos entre ellos, sus padres, se ven envueltos en una situasion misteriosa que tiene como fin, la muerte de todos ellos durante el desbocamiento de un rio existente en el poblado donde se desarrolla la historia.

en seguida les cito algunas fraces que aparecen en la obra, las cueles en algunos casos me parecieron escalofriantes.

· La muerte estaba ahí, blanca en la silla con su rostro.

· Podía se la luna, tan pálido, apenas una mancha de luz. Sol enfermo que de pronto estaba ahí en el cenit, reblandecida su fuerza por las nubes grises; sol nocturno, fantasmal.

· Ella entraba sin causar miedo y, jamás podía oírseles un grito, un lamento, mientras, poco a poco, se deslizase por las habitaciones resignadas.